¡Has
visto la película Gigantes de acero? Mis hijos la ven una y otra vez,
es de esas que emocionan hasta las lagrimas, la historia es de un padre
fracasado, un hijo abandonado y un robot rescatado de un basural ante
la imposibilidad de comprar uno de última tecnología, pero esta chatarra
descubierta como última opción por un niño, posee habilidades únicas
que sus nuevos dueños descubren entre momentos duros, algunas victorias y
una oportunidad de padre e hijo de rehacer su relación rota por los
golpes de la vida. Al final los fracasados que no se rindieron logran
sus sueños y demuestran que nada es imposible para quien da pelea a los
retos y obstáculos que tienen por delante, sin necesidad de ser
especial, si ser más inteligentes o poseer grades recursos.
Cuando
vemos esos finales por un momento pensamos que quisiéramos lograr algo
así, sentirnos vencedores, alcanzar esos sueños locos e imposibles que
tenemos, pero en un segundo miramos nuestra
realidad, nuestras posibilidades y nos decimos a nosotros mismos ¿Quién
te dijo que podías lograrlo? Qué tonto, esas cosas no pasan a gente
común, son sólo ficción o quizás alguien lo logre , pero no yo.
Pero
sabes que? En realidad Dios llamo a hombres y mujeres comunes a los que
llamamos héroes de la fe, que lograron cosas sorprendentes, en hebreos
11 hay una lista de ellos, y nos anima a creer, a dejar que el Espíritu
Santo nos use para llevar vida y sacar de la muerte, el fracaso y la
angustia a muchos. ¿O acaso no fuiste valiente para decidirte por Jesús?
Si que lo eres! Eres un héroe cuando eliges seguir fielmente al Señor
aunque el resto que te rodea elige divertirse, seguir la corriente del
mundo. Eres un héroe cuando decides servir a Dios y tu prójimo
renunciando por elección propia antes que descansar o invertir en
proyectos propios. Eres un héroe cuando renuncias a ti mismo por amor al
Padre. Eres un héroe cuando llevas tu cruz in quejas, cuando instruyes a
tus hijos en el temor al Señor, cuando eres apoyo a tu cónyuge, cuando
pones tu hombro para que alguien llore, cuando extiendes tu mano al
caído, cuando compartes tu pan con el que menos tiene.
¿No ves que
Dios te eligió, te llamó y te salvó para darte un propósito, aunque
antes eras un desastre y nadie te tenia en cuenta? Jesús te rescato del
basurero del mundo, el cree en ti, y sabe que por tu fidelidad muchos
podrán ver las victorias más emocionantes, las que los poderosos no
encuentran, las que los fuertes buscan desesperadamente, la que los
ricos estarían dispuestos a comprar si fuera posible. Vos lo lograste,
rescataste tu alma, tus pecados fueron perdonados, tus heridas sanadas,
tu matrimonio fue sanado y restaurado, tus hijos fueron rescatados, y
ahora llevas vida a aquellos que nadie quiere ayudar por medio de Jesús.
Acéptalo, la historia de tu vida también es hermosa, emocionante e
inspira a otros para que digan: ¡Yo también puedo!
Pero sabes que? En realidad Dios llamo a hombres y mujeres comunes a los que llamamos héroes de la fe, que lograron cosas sorprendentes, en hebreos 11 hay una lista de ellos, y nos anima a creer, a dejar que el Espíritu Santo nos use para llevar vida y sacar de la muerte, el fracaso y la angustia a muchos. ¿O acaso no fuiste valiente para decidirte por Jesús? Si que lo eres! Eres un héroe cuando eliges seguir fielmente al Señor aunque el resto que te rodea elige divertirse, seguir la corriente del mundo. Eres un héroe cuando decides servir a Dios y tu prójimo renunciando por elección propia antes que descansar o invertir en proyectos propios. Eres un héroe cuando renuncias a ti mismo por amor al Padre. Eres un héroe cuando llevas tu cruz in quejas, cuando instruyes a tus hijos en el temor al Señor, cuando eres apoyo a tu cónyuge, cuando pones tu hombro para que alguien llore, cuando extiendes tu mano al caído, cuando compartes tu pan con el que menos tiene.
¿No ves que Dios te eligió, te llamó y te salvó para darte un propósito, aunque antes eras un desastre y nadie te tenia en cuenta? Jesús te rescato del basurero del mundo, el cree en ti, y sabe que por tu fidelidad muchos podrán ver las victorias más emocionantes, las que los poderosos no encuentran, las que los fuertes buscan desesperadamente, la que los ricos estarían dispuestos a comprar si fuera posible. Vos lo lograste, rescataste tu alma, tus pecados fueron perdonados, tus heridas sanadas, tu matrimonio fue sanado y restaurado, tus hijos fueron rescatados, y ahora llevas vida a aquellos que nadie quiere ayudar por medio de Jesús. Acéptalo, la historia de tu vida también es hermosa, emocionante e inspira a otros para que digan: ¡Yo también puedo!