Una historia que emociona.
La
historia de Martínez es de esas de películas de ciencia ficción, comenzó a
luchar por su sueño en la soledad, en la pobreza, con más edad de la
recomendada, se fue buscando su sueño y paso toda clase de situaciones
difíciles, paso por la escasez, el desprecio, las estafas, promesas
incumplidas, el olvido de quienes no les interesas los que no son famosos, pero no le importó, se preparó y
luchó hasta que logró alcanzar su sueño.
Hoy
pasó de ser desconocido a ser conocido en el mundo por su hazaña, valor y por
levantar en alto la bandera del país que lo olvidó. Ahora todos hablan de él,
todos quieren conocerlo, contratarlo, ahora seguramente le ofrecerán todo lo
que antes le negaron.
¿Aprenderemos
alguna vez la lección, a dar oportunidades a desconocidos, a quienes nunca
lograron la cima? ¿Será que podremos ver las riquezas de la gente antes de que
logre algo importante? Yo espero que sí, que dejaremos esa mentalidad de sacar
ventaja solo de quienes llegaron a la cima, cuando antes ni la hora le dábamos.
Nunca perdamos la oportunidad de tener en cuenta, de ofrecer ayuda, de creer en
quienes tienen sueños aunque ahora no estén a la vista. ¿Quien sabe quien será
el próximo héroe, el próximo campeón, el próximo orgullo nacional?
Dios
es así, el nos mira no como lo que somos, sino como lo que vamos a ser, Él
invierte en nosotros ahora, aunque todavía estemos escondidos, Él no nos
desprecia ni olvida aunque todavía nadie sepa que existimos. Nuestro trabajo es
prepararnos, dar lo mejor, creer en sus promesas, capacitarnos, luchar, y un
día la corona de gloria será puesta sobre nuestra cabeza, aunque solo sea por
un segundo, porque rápidamente la arrojaremos ante su grandeza y majestad a
quien es el premio que más deseamos y esperamos, al ver su rostro, abrazarlo, decirle
que lo amamos, diciéndole gracias por haber creído en nosotros siempre!!!!

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