Dios nos ha hecho libres del pecado, del mundo y hasta de la naturaleza que nos dominaba para llevarnos a la muerte y a la destrucción eterna, pero eso siempre es posible si nos sometemos voluntariamente a Dios y permitimos que Él sea Señor de toda nueva vida.
Pero aun así debemos estar alertas porque hay otras formas de volvernos esclavos siendo cristianos, y te preguntarás ¿como es eso?
Presta mucha atención a este pasaje Bíblico, les resalto palabras claves para que mediten en ellas:
Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por DELICIA GOZAR DE DELEITES CADA DÍA. Estos son inmundicias y manchas, QUIENES AUN MIENTRAS COMEN CON VOSOTROS, SE RECREAN EN SUS ERRORES. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, SEDUCEN A LAS ALMAS INCONSTANTES, TIENEN EL CORAZÓN HABITUADO A LA CODICIA, y son hijos de maldición. HAN DEJADO EL CAMINO RECTO, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaán hijo de Beor, EL CUAL AMÓ EL PREMIO DE LA MALDAD, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta. Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre. PUES HABLANDO PALABRAS INFLADAS Y VANAS, SEDUCEN con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error. LES PROMETEN LIBERTAD, Y SON ELLOS MISMOS ESCLAVOS DE CORRUPCIÓN. PORQUE EL QUE ES VENCIDO POR ALGUNO ES HECHO ESCLAVO DEL QUE LO VENCIÓ. Ciertamente, SI HABIÉNDOSE ELLOS ESCAPADO DE LAS CONTAMINACIONES DEL MUNDO, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, ENREDÁNDOSE OTRA VEZ EN ELLAS SON VENCIDOS, SU POSTRER ESTADO VIENE A SER PEOR QUE EL PRIMERO. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. (2Pe 2:12-22)
Se puede volver a la esclavitud cuando ciegamente dejamos que algún hombre ocupe en nuestra vida el lugar que solo Dios debe ocupar. Es lamentable ver como cristianos son presa de pastores que adoctrinan a sus miembros con astucia y encubiertamente diciéndoles sutilmente que no hay fuera de ellos y sus iglesias un lugar bueno, sano, espiritual; que todas las demás iglesias están mal, son carentes de visión; implantan la idea de: “Miren todo lo que tenemos, todo lo que hemos logrado, esto es porque somos mejores que los demás, mas espirituales, mas sabios y respaldados por Dios” “Los que no tienen más es por que son cuestionables”.
Esas frases generan la idea “Este es el único lugar bueno, los otros no sirven”, y hasta en lo personal aplican estos conceptos “Para mostrar que soy bendecido tengo que tener….”; este espíritu desata en los individuos una desesperación por prosperar como dice el texto “habituados a la codicia”, esa es nuestra naturaleza de pecado; por eso este espíritu prende fácil, nada es suficiente para que vean cuan espiritual son, comienza la carrera entre hermanos porque quien no tiene un buen auto, ropa esplendida, etc. Nunca será tenido en cuenta para puestos gerenciales en una Iglesia que se ha convertido más en una empresa que en una casa de Dios.
La realidad es está, los pobres a limpiar, de porteros y cuida coches; los “espirituales ($$$$$$) en la plataforma, sea que hayas logrado prosperar o al menos tengas la apariencia que ellos esperan o des lo suficiente para ser digno de algo más. Pero eso no es lo más grave, sino que en la carrera para ver si puedo pasar de un bando a otro, ciegamente escucho lo que me predican, cedo a las exigencias desmedidas de probar cuan fiel soy, convirtiéndome en esclavo de un dictador que sugiere si te esfuerzas, lo puedes lograr, hay un lugar para ti al lado de el, pero debes pagar el precio ¿Y cual es ese precio? Pisar a los demás, descuidar mi intimidad con Dios por que no hay tiempo entre constantes actividades, no hay tiempo para la familia, el trabajo y las responsabilidades personales, porque se debe todo a la obra de Dios y a su líder (en realidad a la construcción de una moderna torre de Babel, que desobedeciendo la orden divina: Id y predicad el evangelio a todas las naciones, solo buscan concentrar en su mega iglesia a todos cuanto sea posible, eliminando, toda otra congragación pequeña) que se construye en base del trabajo esclavo de quienes ignoran la Palabra de Dios, o la saben pero eligen ser parte del imperio para también tomar de su gloria para satisfacer el ego personal.
He escuchado de sus bocas la frase: “Mejor ser cola de león, que cabeza de ratón”; ¿que significa esto? Que es preferible ser siervo del faraón que ser libre de un pueblucho con promesas de una tierra lejana; más simple mejor ser portero de la gran Iglesia que pastor, líder u obrero de una insignificante iglesita. ¿Por qué crees que cada vez hay menos obreros? ¿Dónde crees que prefieren estar? ¿No creerás que Dios los envía sólo es esas iglesias? Por supuesto que no, antes no era así, cada uno permanecía en donde conoció al Señor o se cambiaba de iglesia si estaba seguro del llamado de Dios y obedecía aunque el cambio fuera a comenzar una obra con dos personas, en un hogar o el pueblo más alejado.
Así administra Dios a su pueblo, con orden, igualdad y propósito para alcanzar a todos con su mensaje de salvación.
Piensa!
Has hablado con este tipo de cristianos, ellos hablan siempre de lo que han logrado, del gran templo, de los números, de cuanto han crecido, alaban al siervo como a Dios desmedidamente, ellos andan caminando pero son parte de reino más bendecido y poderoso, te miran con cierto desprecio por ser parte de los fracasados de las iglesias pequeñas. ¿Qué es lo primero que te preguntan? ¿Y ustedes cuantos son? Y cuando les decís 30, 50, 100, sus gestos no pueden esconder la luz interna que se prende diciendo “Viste ellos no logran nada, menos mal que vos sos parte de lo mejor, lo único que es realmente de Dios”
¿Cómo sabemos que pasa esto? Primero, la señal más clara es cuando alguien reacciona, empieza a ver la manipulación, la injusticia de muchos que alrededor sufren escases, pierden trabajos, familias por seguir el modelo de la iglesia, ven el desorden e injusticia social, que los de arriba gozan deleites y otros sufren pobreza, hacen sacrificios caminado en el frio o calor para cumplir con los eventos continuos; ven como hay un servicio desmedido hacia el líder, le dan lo que no necesita cuando alguien de la misma congregación que realmente esta mal no recibe ayuda de ningún tipo. Surgen grupos selectos que según el rango no admiten el ingreso de los de más abajo, cada uno en su lugar sin mezclarse mucho, sólo si es absolutamente necesario.
Hay un recambio constante de liderazgo, nadie esta seguro, si surge alguien dispuesto a dar más que los otros en poco tiempo ocupa lugares prominentes, ante las sanciones, disciplinas o cambios en su lugar de servicio será informado por otros lideres o hermanos nunca por el pastor principal. Este tipo de hombres que adulan y saben como hacer que sus seguidores lo amen, idolatren y estén dispuestos a hacer lo que sea necesario para estar cerca de ellos como máximo logro y objetivo, viven siempre demandando respeto, sujeción, obediencia, honores y servicios gratuitos, proclaman ser merecedores de su sacrificio con retribuciones económicas por su “esforzada labor”, sus finanzas no son trasparentes, no hay posibilidad de los aportantes a informes económicos.
Una característica de las iglesias-empresas son las de nunca acabar con los proyectos de expansión constante, nunca hay una meta final en lo material, edilicio y eventos generadores de recursos económicos, la gente nunca tiene descanso y un momento de disfrutar lo alcanzado, siempre hay algo más, siempre hay demandas de un esfuerzo mayor, de trabajar, de respaldar un objetivo nuevo.
No hay feriados, ni descansos, no hay elección de un fin de semana para la familia ni siquiera planeado, dejando nuestra área en manos de otros sin descuidar lo que nos corresponde y mucho menos si es espontaneo aunque por años no haya faltado a una reunión.
Lo más grave son las almas que llegan por la puerta del frente y se van por la de atrás, heridos, usados, estafados económicamente y moralmente y a nadie le importa, nunca es claro que paso, el que fue siempre es por alguna causa dudosa, nunca es error del liderazgo.
A pesar de los recursos económicos siempre es requerida la donación de ayuda para dar a los necesitados, no se invierte de las entradas de la iglesia, si alguien necesita algo, otro miembro debe suplirlo. No se invierte en el trabajo que requieren las obras sociales con sueldos y compras de las mantenciones indispensables, todo debe ser donado, aportado por la congregación de forma extra a los demás aportes.
Cuando algunos miembros se dan cuenta o sufren algún choque y ya no quieren seguir siendo manipulados, se empiezan a oponer, a pedir explicaciones, a rebelarse contra ese autoritarismo, entonces se encuentran con el rechazo, el aislamiento, el castigo, son vistos como rebeldes, se siembra la sospecha de algún acto pecaminoso de esas personas, son inhibidos de todo servicio sin motivos, pierde comunicación directa con el líder superior, y al fin cuando decide irse de ese lugar se acciona el trabajo mental implantado por años que sugiere: ¿Y donde voy a ir si todas las demás iglesias están mal? Las diferencias entre una iglesia normal y esta es abismal, por las formas, los recursos y la sencillez y respeto de líderes simples que sirven a Dios por convicción, por decisión propia y guardando el orden correcto de la Palabra: Dios, familia y por último la iglesia. Entonces o se queda, aunque quede relegado al bando de los castigados por falta de obediencia absoluta o se va e intenta buscar otro lugar, pero pocos se sienten cómodos, pocos se liberan del chip anterior para adaptarse a un lugar normal, sano, de libertad; la gran mayoría terminan por apartarse del Señor o vuelven al mismo lugar a ser esclavos de un hombre o ministerio.
Hay tantos así, dando vueltas destruidos, solos, confundidos, atados a las rejas mentales que les plantaron, no pueden liberarse para ser parte e otra iglesia, y se mueren espiritualmente esclavos después de haber sido libres por la sangre de Jesús, y esta esclavitud es peor que la del mundo y más difícil de salir.
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